El foro de los abandonados

Hoy estaba leyendo una nota en El País, donde hablaban de las últimas imágenes del Instagram de Madonna.
En la penúltima, la cantante mostraba una bolsa Louis Vuitton cubriendo uno de sus senos, mientras el otro estaba al descubierto y el pezón apenas cubierto por un tachón negro. La leyenda decía “Aún babeando por una bolsa”, y la cara de Madonna parecía hacer justo eso. No era la toma mas favorecedora, ni la expresión.

Para una mujer que ha vivido los últimos 35 años de su vida en el spotlight, estoy segura de que lo tenía claro. Pero la nota hablaba de la reacción de los seguidores en la red social. Muchos la apoyaban, pero muchos otros se mostraban molestos, asqueados incluso.

La mayoría de los comentarios negativos alegaban que Madonna, quien cumplirá 60 en agosto, ya está demasiado vieja para estar “exhibiéndose” de esta manera.
Madonna lleva varios años luchando contra el prejuicio y la doble moral de la edad que cae tan duramente sobre todas las mujeres. Como si fuera poco la violencia, el pay gap, y siglos de educación que relegaban a la mujer al segundo plano de la existencia. Madonna justo habló de esta situación de discriminación cuando recibió el premio Woman of the Year, en los premios Billboard Women in Music 2015.

Muchas actrices se han quejado de cómo el hecho de pasar los 40, significa “el inicio del fin” de la carrera, cuando aún podemos seguir viendo a Robert DeNiro, Al Pacino, Kevin Costner, o el mismo Leonardo DiCaprio, con mas de 40 años, eligiendo cómodamente sus personajes, sin sufrir discriminación por su edad. Y por supuesto, nadie escucha ni lee quejas sobre sus “grandfather bods”, socialmente aceptados a la perfección.

Pero el desastre no se detiene en este prejuicio. No, el problema empieza mucho mas atrás, y es justo el que las redes sociales han dejado en claro desde hace tiempo. La gente está rota emocionalmente, de una manera casi irreparable, y las redes son el foro de eso.

Hay millones de personas allá afuera que tras el anonimato del internet, atacan sin piedad a quién sea. ¿Por qué te meterías en el perfil de alguien, que aseguras que no toleras, para ver qué hace, qué dice, qué fotos postea? Desde mi punto de vista, es absurdo. Yo no veo, leo ni escucho aquello que no me interesa, ni a quienes no me gustan o “me caen bien”. No tengo ninguna necesidad de hacerlo, pero tampoco de atacarlos por lo que hagan.

Podría apostar que es una carencia absoluta de atención lo que empuja a todas estas personas a estar investigando a quién no les interesa, para lanzar ataques personales. Para escupir prejuicios y ofensas; para crear controversia y verse envueltos en peleas digitales que no tienen fin. Y claro, mientras todo sea bajo la manta segura del anonimato, estamos felices de insultarnos el uno al otro.

Esto tiene que acabar. El bullying, porque no puede llamársele de otra manera a este acoso, tiene que acabar con el acosador, mucho antes de que éste genere víctimas. Sugiero pensar en el ejemplo de Madonna. Yo soy abiertamente fan, pero no creo que todo lo que haga esté bien, pues también tengo criterio.

Pero, si no te gusta, ¿por qué te afecta lo que haga o lo que dice? Si es irrelevante en tu vida, ¿qué haces siguiéndol@ en redes sociales? ¿Consideras que es “ofensivo” o contrario a tu forma de pensar? No lo veas, no lo leas, no lo escuches. Y si lo vas a hacer, entonces guárdate tus opiniones, porque entonces dejas en claro que el que tiene  problemas eres tú, y no la persona a quien “stalkeas”.